¡Hola a todos!
Hacía mucho que no publicaba nada para el grupo, ya empezaba a echarlo de
menos. Con motivo de la noche de Todos los Santos hemos elegido el tema de los
Dos mundos, en el cual en el mundo de los muertos y de los vivos se mezclan. He
elegido una leyenda muy conocida por Salamanca para darle un pequeño homenaje a
esta tierra en la que llevo viviendo casi seis años.
¡Espero que
sea de vuestro agrado!
LA CUEVA DE
SALAMANCA
“Salamanca en
la sombra”. Ese era el título que llevaría el nuevo trabajo fotográfico que
acababan de mandarme. Por ello, tenía que desplazarme a la ciudad castellano y
leonesa esa misma noche de Todos los Santos para poder entregarlo cuanto antes.
La noche había
caído casi irremediablemente cuando por fin había terminado las instantáneas de
la imponente catedral nueva, indistintamente de estilo gótico y barroco.
Contemplé las fotos, entusiasmada. Era simplemente perfecta.
Antes de
proseguir con el trabajo, repasé todo el itinerario que me habían encargado. Recordé
que, simplemente, faltaba la cueva de Salamanca, una cripta de la antigua
iglesia de san Cebrián donde se decía que el diablo, disfrazado de sacristán,
impartía clases de magia a unos estudiantes privilegiados. Se decía que el
marqués de Villena había podido escapar de allí, después de haber sido
condenado a permanecer allí para siempre por no poder pagar las clases, pero
que su sombra se quedó atrapada para siempre entre sus muros.
Pensé en esa
leyenda y me provocó un escalofrío, pero ello no me impidió que continuase con
mi trabajo. No era más que una leyenda que había nacido de las secretas clases
que impartía un sacristán en ese lugar y que había tergiversado la verdadera
historia. Así que me encaminé en su dirección hasta tener a la vista la
solitaria plaza del Carvajal, lugar donde ya podía divisar la cripta.
Pude oír desde
allí el sonido de la música que despedía uno de los pisos que había a los
laterales. Pero una vez me alejé de aquel edificio, el ruido de mis pasos
aislados eran mi única compañía. Intenté apresurarme para intentar apartar
cuanto antes esa sensación de alerta que se había disparado en cuanto me sentí
sola. Nada iba a pasarme por allí, no era una zona muy peligrosa.
Cuando por
fin, había encontrado el lugar idóneo para instalar mi cámara, oí de pronto el
sonido de unos pasos muy apresurados en mi dirección. El corazón se me desbocó
y me quedé paralizada esperando a ver qué era lo que se avecinaba.
Pronto vi
pasar una figura que venía corriendo desde la cueva, parecía huir de algo o
estar en apuros. Cuando estaba más cerca de mí, pude observar que iba vestido
de época, un disfraz muy poco usual para esa festividad. Incluso el alargado
bigote que llevaba a juego me parecía excesivo para un simple disfraz. Sin
embargo, pensé que era simplemente eso y me relajé.
Pero las
alarmas se volvieron a disparar cuando el hombre cruzó bajo la luz anaranjada
de una de las farolas y descubrí, para mi espanto, que ninguna sombra le seguía
por la trayectoria que la luz le daba. Ese hombre no tenía sombra.
La impresión
fue tal que no fui capaz de mantenerme al margen y grité con fuerza asustada,
haciendo que aquel extraño hombre reparase en mi presencia por primera vez. Vi
que volvía la cabeza en mi dirección y dejaba de correr cuesta arriba para
comenzar a acercarse a mí.
Antes de que
me diera tiempo a reaccionar y marcharme de allí, noté su mano sobre mi boca,
obligándome a callar. Su mano estaba tan helada que me recorrió un escalofrío
por la espalda. Sus ojos parecía que me atravesaban, sintiéndome de repente
cansada y aterrorizada.
Entonces
habló:
- —¡Por
favor, no gritéis! Si lo hacéis, me encontrará y me volverá a encerrar en la
cueva.
Su voz era
profunda, pero sin embargo era humana y tenía un acento que nunca había oído,
parecía realmente antiguo.
Traté de
colaborar con él y asentí haciéndole entender que haría lo que él me dijera. Él
me quitó la mano de la boca y pareció volver a ponerse en alerta, dispuesto a
correr otra vez. Entonces volvió a encararme y dijo:
- —Debo
marcharme, no puedo dejar que el Sacristán me alcance. No me quedaré toda mi
eternidad encerrado allí ¡Adiós!
Tras decir
eso, iba a echar a correr otra vez, pero se tropezó con mi trípode ya colocado
y provocó que el disparador se accionase automáticamente y el flash inundase el
lugar. Cuando finalmente, todo se volvió oscuro, aquel extraño hombre de época
había desaparecido.
Asustada por
lo que había pasado, cogí todos mis bártulos y salí corriendo en dirección al
hotel, como si fuera a mí a la que perseguían.
Cuando al final
llegué al hotel, me sentí segura. Al calor de mi habitación, tomé con ansiedad
la cámara y la encendí en busca de la última foto. Quería demostrarme a mí
misma que había sido una ensoñación.
Pero no sabía
cuán equivocada estaba. En ese momento no me di cuenta de que me había cruzado
con el mismísimo Enrique de Aragón, marqués de Villena, quien se pasaría toda
la eternidad huyendo de la cueva de Salamanca y que su sombra perdida en el
intento de escapar de su destino había quedado para siempre plasmada en aquella
última instantánea tomada por error, dejando constancia de ella como una
extraña mancha que no podía eliminarse de ninguna manera en un muro de lo que
quedaba de la cueva de Salamanca.
FIN. Espero que
os haya gustado mucho. No sé si habré entendido bien la temática de este
proyecto porque me costó mucho sacar algo parecido a esto. ¡Un besazo!
Wow!!! Cris me gustó mucho la leyenda y como la narraste me atrapó bastante, corto, pero muy bueno, amé el momento en que apareció el marqués corriendo, ese instante en el que se hace realidad la leyenda me encantó :)
ResponderEliminarUna leyenda muy intrigante y una narración que me ha atraído mucho. Eso de que la leyenda se vuelva realidad ha sido muy original.
ResponderEliminarUn saludo!!!!
Me gustan las leyendas y más si son de una ciudad con tanta historia como Salamanca. Buen relato y bien traído a la época actual.
ResponderEliminarSaludos!
Hola Cris, me ha gustado mucho la forma que has tenido de aunar la leyenda con el relato y la forma de narrarlo...Un saludo
ResponderEliminarOh! Salamanca es una ciudad que tengo pendiente :P y ahora quiero saber aún más de ella, ¿es real esa leyenda del sacristán o te la inventaste? ^^ Ah, me encantó como aunaste ambas cosas, y la forma en que está escrita. bs!
ResponderEliminarEl relato está muy bien, es interesante la leyenda.
ResponderEliminarCreo que hay algunas frases que revisar, porque se repiten palabras o está confusa su construcción. También habría que corregir la puntuación.
Beso!
Pues a mi me ha parecido fantástico, Cris.
ResponderEliminarUn beso.
Muy buen relato, me gustó mucho.
ResponderEliminarPD: Me da muchísima curiosidad esa leyenda, ¿Es real?
Un beso!
Cris: Las leyendas no son patrimonio de un sólo lugar o país, sino una forma de expresión de casi todo el mundo. Creo que surgieron desde los cuentos más antiguos y se han transmitido a través de los tiempos.
ResponderEliminarMe encantan las leyendas y de hecho yo también recurrí a este género en mi relato. Tú le pusiste tu sello a esta.
¡Muy bien chica!: Doña Ku
¡Hola! ¡Me encanta tu relato! Nos deja ver una antigua y aterradora leyenda, de un modo tan bien relatado que nos inyecta todo el miedo que encierra la trama ¡Un abrazo!
ResponderEliminar¡Hola Cris!, tu relato me ha fascinado, como me encantan las leyendas, y que incluyeras una en tu relato me gustó mucho :)
ResponderEliminarSolo habria unos detallitos en cuanto a la narración, de hecho creo que los mismos que menciona Maga por ejemplo repites mucho "allí" incluso en la misma oración, ten cuidado con ese tipo de detalles. Por lo demas lo disfrute n_n
¡Muchas gracias por compartirnos tu relato!
Enhorabuena Cris! me ha gustado mucho. Las leyendas tienen mucho encanto y tú las has narrado muy bien.
ResponderEliminarUn abrazo ;)
"Vi que volvía la cabeza en mi dirección y dejaba de correr cuesta arriba para comenzar a acercarse a mí...me gusta mucho la sencillez con la que has expresado una situación que crea tal estado de alerta (tensión) que me ha llegado hasta aquí. Enhorabuena. A partir de ahora, soy tu seguidora ;)
ResponderEliminarMuy bueno, me gustan mucho las leyendas, besos.
ResponderEliminar¿Que no has entendido bien la temática del ejercicio? A mí me parece que la has captado de sobra.
ResponderEliminarMuy buen relato. Me ha encantado que esté basado en una leyenda porque me encantan este tipo de lecturas. Te felicito.
Un saludo.
Me ha gustado, aunque no conocía la leyenda. Pienso que a pesar de ser breve, la historia es perfecta, ese corto encuentro me provocó una fascinante sensación de misterio e irrealidad.
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