martes, 24 de mayo de 2011

Azul

El cielo contemplaba a las personas que, debajo de él, elevaban su cabeza a lo alto para observarle, totalmente embelesados. Les había oído muchas veces hablar sobre lo bonito que él era, pero él no podía verse y se sentía frustrado.
Entonces el mar, al ver su semblante entristecido, decidió ayudarle mientras le decía que no se preocupase, porque podía mirarse en sus aguas cristalinas para ver lo hermoso que era.
El cielo, entonces le hizo caso y decidió verse por primera vez. Su aspecto azulado le conmovió y sonrió. Entonces decidió agradecérselo al mar y cada vez que él se miraba en sus aguas sus diferentes colores según el clima se verían reflejados en ellas, compartiendo con el mar su belleza.