¡Hola a todos! Aquí subo mi aportación a la historia enlazada en la que participo por segunda vez en la segunda vuelta. Espero que os guste.
Almas
caóticas:
Aura y Kaal
habían formado parte de su vida desde que tenía memoria. Habían nacido y
crecido en el mismo pueblo y el hecho de tener la misma edad había contribuido
bastante a ese hecho. Desde que escaparon de su pueblo, los tres se habían quedado
solos y no concebía la idea de perderlos a ninguno de los dos.
Por eso,
cuando Eric vio aparecer a Aura después de tantos días sin saber de su
paradero, sintió un vuelco al corazón de puro alivio y alegría. Sin pensarlo ni
un momento, corrió hacia ella y la abrazó con fuerza, estrechándola contra su
pecho. Notó cómo ella le correspondía con efusividad y sintió en lo más
profundo de su ser no haber estado a su lado cuando estuvo inconsciente.
Pero pronto
notó cómo ella se desprendía de sus brazos y corría a reunirse con Val. No pudo
evitar sentirse un poco idiota, ahí plantado mirando como su amiga se alejaba
de él, así que optó por marcharse y fingir que nada había pasado por su cabeza.
Aura, mientras
tanto, estaba radiante de felicidad al poder por fin abrazar a Val, había
pasado mucho miedo y pensaba que no le volvería a ver más. Pero su encuentro
con él ni fue ni mucho menos tan efusivo como con Eric. Este parecía ausente y
su abrazo era realmente distante, sólo se alegró de haberla vuelto a ver y luego
les indicó a ella y al grupo que les acompañara. No pudo evitar entristecerse,
había deseado con todas sus fuerzas volver a estar con él, ¿y ese era su
recibimiento? ¿Acaso ella estaba equivocada y había interpretado mal las
señales que pensaba que Val le mandaba?
- —¡Aura
no te quedes ahí parada!—oyó de pronto la voz de Elidi mientras tiraba de su
brazo para que se moviese.
Ella entonces
la siguió sorprendida por la brusquedad con la que hacía avanzar, ¿qué le
pasaría? Durante el camino parecía mucho más animada ante la idea de
reencontrarse con los demás, pero ahora tenía los labios fruncidos y parecía
tremendamente disgustada. No pudo evitar preguntar:
- —¿Elidi?—al ver que la chica se daba la vuelta para encararla y el gesto que le dedicaba
no era muy amistoso, dudó si continuar hablando—, ¿es… estás bien?
- —¡Por
supuesto que sí!—contestó ella, aunque claramente no era así—, sólo estoy algo
cansada y los demás también. Aunque no parezca importar mucho mientras tú estés
bien.
Tras decir lo
que realmente estaba pensando, soltó a Aura y siguió caminando siguiendo a Val
junto a los gemelos que ahora no se separaban de ella. Aura se quedó en
silencio, sin saber qué hacer. No comprendía nada, ni la frialdad de Val, ni el
repentino enfado de Elidi y Eric… ¿Dónde estaba Eric? Dio una vuelta completa
sobre sí misma y no le halló por ningún lado. ¿Cuándo se había marchado de su
lado?
Se vio en un
momento sola y tuvo que echar a correr detrás de sus compañeros para no
perderlos de vista.
El mal humor
de Eric, sin embargo, no disminuyó y no entendía por qué. Se sentía mal sin
tener motivos para ello y, como siempre que estaba de mal humor, estaba sentado
apartado del grupo mirando a la nada con el entrecejo fruncido. No podía evitar
sentirse estúpido por esos sentimientos que no comprendía, Aura era su amiga,
¿por qué tenía que molestarse porque se alegrase de ver a otro hombre? ¿Por qué
sintió cuando ella se apartó de sus brazos para abrazar a Val como si algo
dentro de él hubiera sido arrancado de la peor manera? Estaba muy confuso y
sentía ganas de salir corriendo. Mientras su cabeza se volvía un hervidero de
confusión, Eric volvió la vista hacia el cielo. La luna en cuarto creciente le
saludaba rodeada de estrellas, imperturbables, como si no les afectase nada de
lo que estaba ocurriendo bajo ellas. Ya estaban en el lugar donde despertaría
la tercera bestia y todo lo que Val había dicho se había cumplido, ¿por qué no
aparecía?
“Estás perdiendo el tiempo”, una voz de pronto le habló en el fondo de su
mente, sobresaltándole. ¿Había sido un pensamiento?, “¿No te das cuenta que no es verdad nada de lo que te dicen?”. “Además,
por más que trates de que Aura te mire, no lo hará. No eres nadie para ella,
eres estúpido”.
Eric se
sorprendió ante ese último pensamiento, le parecía muy ajeno a él, pero a la
vez tan propio que se sentía confuso. ¿Así era como se sentía?
“Pero no es culpa tuya, la culpa es de Val, él es
quien te quita el cariño de Aura. Si él no estuviera, ella te querría a ti,
¿verdad?”
¿Era verdad?
Siempre se había sentido pequeño ante la admirada figura de su líder, pero él
también era importante, había vencido a la Bestia de la Epidemia.
“Deberías acabar con todo esto, Aura y tú no
necesitáis a nadie más. Deberíais iros y vosotros podréis vencer a Luzbel. Ya
habéis vencido a dos Bestias, ¿por qué no podríais con los demás?”.
¿Irse? ¿De
verdad estaba pensado en irse? Sin darse cuenta se vio fantaseando con esa
idea, Aura y él solos luchando codo con codo contra los esbirros de Luzbel, sin
que nadie se interpusiera entre ellos.
Sonrió ante aquella imagen que cruzó su
mente, quería que las cosas fueran así y sabía lo que tenía que hacer.
Muy seguro de
sí mismo y envalentonado, se levantó y volvió al campamento perdiéndose en la
oscuridad, pero el reflejo de su espada siendo desenvainada a la luz de la luna
brilló por todo el bosque.
Mientras, en
el campamento, otros problemas se estaban desencadenando. Lo que en un
principio parecía un simple enfado sin importancia, a Elidi se le fue de las
manos. Ni siquiera pudo disfrutar de un rato a solas con Kaal. Ambos se habían
encontrado tras el momento de efusividad del grupo hacia Aura y había sido
reconfortante para ella que él fuese el único que se alegrase por volverla a
ver.
Pero su
encuentro no fue tan efusivo como el de Aura y Eric. Aún apenas se conocían
bien y recién ambos estaban descubriendo sus sentimientos, aunque el otro los
desconociese. Se sentían muy torpes actuando. Simplemente Elidi le sonrió y le
presentó a los gemelos, durante el viaje se había encomendado a la tarea de
protegerles y se habían unido mucho.
Después de
ello, siguieron a Val hasta el campamento improvisado que habían levantado en
espera del despertar de la bestia. Pero este seguía ausente y al rato
desapareció dejándoles más confusos de lo que ya estaban. Elever y Laela se
habían acomodado al lado de ellos y habían comenzado a hablar sobre la bestia
que despertarían de un momento a otro. Elidi estaba molesta. Primero los
ignoran y ahora tenía que esperar por algo que nadie parecía estar seguro de
cómo aparecería. No podía evitar que su desconfianza aumentara a medida que
pasaba más tiempo allí sin hacer nada.
“¿Por qué insistes en permanecer al lado de quien no
le importas?, de
pronto ese pensamiento rondó su cabeza. Al contrario que Eric, ella no se
inmutó, llevaba mucho tiempo pensando en lo absurdo de su campaña y aquel
pensamiento sólo le daba razón, “Si no
hubiera sido por Aura, nadie os hubiera extrañado, ¿por qué persigues una
campaña que sólo pone en peligro a ti, a Kaal y a los gemelos?”
Ese último
pensamiento sólo la hizo irritarse aún más. Era cierto, sólo perdían el tiempo,
se ponían en peligro y nadie reparaba en ellos. Val parecía saber más de lo que
quería contarles, a Eric sólo le preocupaba Aura y Elever y Laela también
parecían ocultarles cosas, Aura…
“Aura es débil y lo sabes. Es la guardiana de las
joyas de las bestias porque tiene el favor de Val, no porque ella lo merezca.
Lo sabes, no debes proteger a alguien que sólo es una carga”. “Deberíais
olvidar esta empresa y salvar la vida, que sean ellos los que mueran”.
Se estremeció
por este último pensamiento, ¿de verdad pensaba eso? Sin embargo, no pudo
evitar sentirse de acuerdo ante los últimos acontecimientos de su vida. Aura
había sido una carga y si no hubiera sido por ella, hubiera muerto. ¿Acaso eso
no importaba?
Pero de
pronto, sus pensamientos fueron interrumpidos por la aparición repentina de
Eric. Estaba muy raro, caminaba como obcecado en algo y llevaba la espada en
posición de defensa. Kaal también se había percatado del comportamiento de su
amigo y se levantó corriendo a bloquearle el paso.
No comprendía
qué le ocurría, estaba como ido, demasiado enfadado como para ser él e iba
armado. Eso no podía acabar bien. Kaal se interpuso en su camino y le agarró
del brazo con fuerza cuando vio que Eric estaba dispuesto a atacarle:
- —¿Qué
te pasa? ¿Estás loco?—le preguntó alterado.
- —¡Apártate
de mi camino!—contestó Eric fuera de sí—. Aura y yo nos vamos y nadie se
interpondrá en nuestro camino.
Ante aquella
respuesta tan fuera de lugar, Kaal se quedó muy sorprendido y bajó la guardia.
Eric le golpeó con la empuñadura y lo apartó de su camino. Buscaba a Aura,
cuando la encontrase, ambos se marcharían y si alguien se interponía, sufriría bajo
el filo de su espada.
“Ellos sólo quieren impedir que seas feliz, Aura te
espera para que os vayáis. No dejes que te detengan”, sus pensamientos estaban desatados, no había manera
de contenerlos.
De pronto,
unos fuertes brazos rodearon sus hombros obligándole a detenerse. Se dio la
vuelta y se encontró con Kaal y sus ojos verdes brillando de furia. Antes de
que pudiese hacer nada, recibió un puñetazo en la cara que le dejó tambaleando
y por el que soltó la espada:
- —No
sé qué te pasa, pero no permitiré que hagas daño a nadie. ¿Acaso eres idiota?
¿Quieres arruinar todo?
“Siempre te está llamando idiota, siempre te está
atacando. ¿Vas a permitir que siga así?”
Furioso, Eric
se irguió y corrió en dirección a su amigo para devolverle el golpe. Pero algo
se interpuso entre ellos, la figura de Elidi medió entre los dos muy seria y
también furiosa:
- —¡No
permitiré que hagas daño a Kaal! ¡Estoy harta de vosotros! Aura no se irá
contigo a ninguna parte, eres un idiota. Estoy harta de que sólo os importe
ella.
- —¡Apártate
de mi camino!—gritó Eric conteniendo las ganas de atacarla a ella también.
Pero Elidi no
sólo no se apartó, sino que además le golpeó con fuerza en la cara. Esperaban
que así el chico recuperase la razón, pero más lejos de realidad no podía
estar. Parecía haberse enfurecido más al empujarla a un lado para quedar
enfrente de Kaal.
Este también
le miraba. No sabía por qué estaba tan enfadado, pero ya comenzaba a estar
harto de sus continuas estupideces.
“¿Cómo puedes ser amigo de alguien que siempre te
está menospreciando y que pierde el control de esa manera?” “Deberías ponerle
en su sitio de una vez”.
Esas palabras
habían sonado con fuerza en su cabeza, dándole la razón a todo lo que estaba
pensando. Aunque era su amigo desde que tenía memoria, Eric siempre le había
dado problemas, era demasiado inseguro y ello le hacía perder el control.
Siempre siguiendo a Aura a pesar de que ella nunca le prestase atención. Era
tan estúpido, no le soportaba…
“Eso, no le soportas, le odias, si estáis juntos es
porque os criasteis juntos, no porque tú lo consideres tu amigo. ¡Golpéale otra
vez! ¡Demuéstrale cuán poco le soportas!”
Y le hizo
caso. Volvió a pegar a su amigo y éste no se quedo quieto porque le devolvió el
puñetazo. La pelea había comenzado y Elidi se había unido a ellos sin intentar
separarles. Todo se volvió un caos.
Laela estaba
horrorizada, por más que trataba calmarles con el poder su mente, era
imposible. Estaban fuera de sí, algo estaba interponiéndose en su labor y esos
ataques de furia no provenían de ellos. Miró a Elever y él lo comprendió.
Necesitaban a Val y a Aura.
Apartado en
una zona segura, una figura encorvada contemplaba la situación con una sonrisa
sesgada cruzando su rostro. Los humanos eran débiles, sólo había necesitado
azuzar sus sentimientos más ocultos para provocar el caos. Él sabía lo que les
atormentaba y sabía cómo jugar con ello para que todo siguiera su camino. La
Bestia de la Destrucción no podía despertar por sí sola, necesitaba un
aliciente. Un aliciente de caos que, unido a la fase de la luna, provocase su
despertar más destructivo. Podía sentir cómo el suelo temblaba bajo sus pies.
Su misión había sido un éxito. Ya nada podría detener el caos que provocaría el
poder de la Bestia.
Ajeno a todo
aquello, Val se encontraba solo, reflexionando. Todo estaba dispuesto para el
despertar la Bestia, ¿por qué no ocurría nada? ¿Se habrían equivocado?
Contemplando
la luna, no pudo evitar que sus pensamientos más importantes fuesen desplazados
por otros que le estaban atormentando más. Aura. Su recibimiento hacia ella
había sido frío y sabía que a ella la habría confundido, pero no lo pudo
evitar. Le preocupaba el hecho de que una preferencia de ella hacia su persona
desencadenase el distanciamiento de Eric. Conocía sus sentimientos y sabía lo
inestable que era, era un buen muchacho, pero era inseguro, necesitaba tener a
Aura. Aunque le doliese reconocerlo, no podía romper ese lazo.
Por otro lado,
estaba el recuerdo de Atanasia. Ella ha sido la mujer más importante de su vida
y la habían utilizado contra él, era una guerra donde todo valía y no pensaba
permitir que utilizasen a Aura en su contra. No podría soportarlo…
- —Val…—oyó de pronto la inconfundible dulce voz de la mujer de la que huía.
Se dio la
vuelta y la encontró frente a él, no muy segura de si acercarse o no. Él
simplemente la miró y la invitó a acompañarle. Puede que hubiera pensado que lo
mejor era distanciarse por su seguridad, pero no era piedra, ni mucho menos.
Ella aceptó la
invitación y tímidamente se sentó a su lado sin decir nada. Ambos se quedaron
mirando la luna en cuarto creciente, no hacía falta que nadie hablase, todo
estaba en perfecta armonía. Aura sentía que nada podía ser más perfecto, nada
podía estropearlo. Inconscientemente, dejó caer su cabeza sobre el hombro de
Val y ambos se quedaron como en una burbuja de intimidad en perfecta sintonía.
Pero en aquel
mundo, nada podría ser perfecto o simplemente feliz. Al momento, oyeron los
pasos torpes pero apresurados de Elever. Ambos se dieron la vuelta y se encontraron
al jadeante viejo, que parecía haber corrido más que en toda su vida, parecía
tan alterado que ambos se levantaron de golpe, preocupados.
- —¡Tenéis
que volver, Val!—comenzó a hablar cuando logró recuperar el aliento—. Se han
vuelto locos… ¡Eric se ha vuelto loco y ha atacado a Kaal! ¡Elidi también está
fuera de sí! No somos capaces de controlarles.
- —¿Pero
no podéis detenerles?—preguntó Val alterado.
- —Laela
no puede entrar en sus mentes, algo parece bloquear sus intentos. Tenéis que
volver. No sé cómo puede acabar esto.
Ambos se
miraron asustados. ¿Qué había pasado? Pero no pudieron dar ni un paso cuando de
repente, el suelo dio una enorme sacudida que les hizo precipitarse contra el
suelo. Se oyó a lo lejos un gran alarido desgarrador que les provocó un escalofrío
cruzando su espalda, era como un alarido de una enorme bestia. Val palideció
ante la verdad. La Bestia de la Destrucción había despertado y en el peor
momento en que podría haberlo hecho.
Tomó a Aura
del brazo y miró a Elever, que también había llegado a la misma conclusión. Esa
bestia era la más destructiva de todas y les había pillado con la guardia baja
y en medio de un completo caos. Sólo había una cosa que podían hacer en ese
momento para poder salvar la vida:
- —¡Corred!—gritó Val con fuerza a la vez que él emprendía el camino al campamento a toda
velocidad.
FIN. Espero que os haya gustado. Yo la verdad es que he pasado sudor y lágrimas con esta parte. Tengo una extraña manía de unirme a un montón de proyectos cuando tengo más exámenes o, peor, en plena época de exámenes, que es el caso. No estaba muy segura de lo que he escrito, pero algo satisfecha sí que he quedado. La mente humana es algo compleja y puede llegar a tener pensamientos muy negativos que nunca imaginaríamos que tendríamos y que hasta asustan. ¡Un beso a todos!
Genial!!!!!!
ResponderEliminarTe quedó buenísimo, cada vez mejor. El sudor y las lágrimas valieron la pena.
Te faltó la palabra "de" en: poder de su mente y no era de piedra.
Felicitaciones!!
Un abrazo
Te ha quedado fantástico Cris...besisss
ResponderEliminarMe ha encantado!! Jeje, la verdad es que es muy interesante lo de manipular los sentimientos, y lo has hecho a la perfección. Gracias a eso, también has profundizado en los personajes. Me encanta Eric, es una lindura de chico. Y también Elidi, la primera vez que la leí me fue indiferente, pero de algún modo cada vez me fue cayendo mejor xD Conseguirán atrapar a la bestia de la destrucción?
ResponderEliminar¡Que chulo, Cris!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho que Elidi se sintiera desplazada, ese es un sentimiento que a veces nos lleva por mal camino.
Ha sido muy interesante y entretenido :)
¡Besos!
¡Me la dejaste difícil, Cris! Tu relato es tan descriptivo y elaborado. Ojalá que el mío dé la talla. xD
ResponderEliminarMe gustó mucho cómo exploraste los sentimientos y situaciones de otros personajes y no solo los de Val y Aura (creo que yo caí en lo mismo... x.x). Me encantó leer tu relato, de verdad me transportaste al bosque. xD