¡Hola a todos! Aunque parezca increíble, aquí estoy de vuelta al universo de adictos. Me había deprimido mucho con el cierre temporal de Adictos, pero gracias a la iniciativa de Dora, a última hora he decidido unirme al proyecto.
Este mes nos pedían un
secreto, y bueno, el mío es un tanto idiota e infantil, pero es el único que
tengo ahora mismo y, aunque me niego a compartirlo con mis amigas, os lo
confiaré a vosotros. Ya sabéis lo que se hacen con los secretos, ¿no? Shh…
¡Espero que disfrutéis!
NO SÉ QUÉ
Tiene algo, un no sé qué que hace que no pueda evitar
mirarle de reojo cada poco. Y no lo entiendo.
Cada tarde, como si de una fuerza extraterrestre se
tratase, mis ojos se despegan de la pantalla del ordenador para fijarse en su figura
y ahí suspendidos se quedan durante varios minutos. Pero sigo sin encontrar
explicación.
Porque no es un chico guapo, pero hay algo en su
forma de vestir clásica que es adictivo de mirar, algo en su pose de
intelectual que atrae como la miel, algo en su forma de teclear o mirar al
profesor que hace que una sonrisa coqueta sobresalga en mis comisuras.
Cada día, cuando llego a clase y lo veo, tengo más
claro que no es guapo físicamente, más bien es bastante feo, pero tiene ese
aire de bohemio británico que me encanta y me resulta fascinante. Algo
inexplicable que me provoca fantasías durante el resto del día y que la sonrisa
boba no desaparezca.
Es ridículo y lo sé. Cualquier persona que se
enterara de mis pensamientos pensaría que estoy loca y que no tengo criterio
con el género masculino, porque es feo y un completo empollón. Pero, sin
embargo, no puedo evitar que, cuando sus ojos se posan en mí o sus manos
acarician de forma amistosa mi brazo, provoquen un revuelo en mi interior que me
desordena por completo.
Será esa mirada profunda de chico inteligente o esa
extraña forma torpe de actuar con las chicas o simplemente esa chaqueta de
tweed británica que lleva puesta perfectamente planchada, como si fuera parte
de él. No lo sé, sólo sé que me vuelve loca.
Quizá debería decírselo alguna vez, pero no quiero.
Suena ridículo pero me da la sensación de que si lo expreso en voz alta, toda
la magia en la que le he envuelto sin que fuera consciente, desaparecería y
perdería la ilusión de contemplarle desde lejos.
Pronto se acabará la carrera y no nos volveremos a
ver, no merece la pena. Simplemente prefiero mirarlo de reojo por encima de la
pantalla del ordenador y fantasear con lo que podría ser y lo que no. Es como
un juego que entretiene las tardes aburridas en la universidad cuando desearía
estar haciendo otras cosas mejores.
Un juego tonto que me demuestra cada día que el
físico no importa, porque muchas veces una genuina personalidad puede absorber
los defectos exteriores para convertir a una persona en el ser más atractivo y
atrayente en el mundo. Es ese no sé qué que hace a muchas personas únicas y que
te hace pensar que el mundo está lleno de personas fascinantes que merece la
pena descubrir.
Hacen al mundo un lugar más interesante en el que
vivir… ¡Oh, mierda, me ha pillado mirándole, disimula! ¿Por qué se pondrá esa
gabardina que le sienta tan bien?
FIN.
He ahí mi estupidez. La
verdad es que yo no tengo secretos, nunca me avergüenzo de nada ni tengo nada
que ocultar, pero esto sí que me lo he guardado para mí y me parecía digno de
escribir lo que siento en letras.
Espero que os hayáis
divertido mucho que todos tengáis secretos tan tontos como el mío. ¡Un besito!
Cris:Estos secretos son ¡tan dificiles de ocultar!, tus amigos lo ignoran,pero, ni modo, nosotros ya nos enteramos.
ResponderEliminarMuy bueno tu relato, gracias por ayudar a no dejar morir los relatos.
Cariñosamente: Doña Ku
Que bonito tu secreto, me ha gustado mucho¡felicidades! Un beso
ResponderEliminarBuen relato, creo que muchos en algún momento pasamos por una situación así y es terrible encontrarnos en esa posición en la que sabes por qué diantres te atrae alguien que no tiene nada para atraerte.
ResponderEliminarUn consejo: cuida de no repetir las palabras, los "pero", por ejemplo, y evita las redundancias. Cuesta, pero yo siempre tengo a mano un diccionario de sinónimos y veo de usarlo a cada momento, porque antes vivía usando los términos una y otra vez (en la universidad aprendí que mientras más repites, menos creen los profesores que te sabes el tema de examen).
Muy buena historia.
Saludos!
¡Hola, hola!
ResponderEliminarNo estoy segura de haberte leído antes, con eso de que prácticamente me desconecté de los Adictos (u.u), no podría asegurarlo. Sin embargo, me pareció que esta vez podría participar al 100%
Así que acá comento...
Yo creo que muchas veces dudamos de la importancia del secreto (o los secretos) que llegamos a guardar, ¡pero te entiendo perfectamente! Esos chicos son los más exquisitos y en mi país hablamos de ese no sé qué, como ese "no sé qué, que que sé yo" XD Como verás, mucho más complicado jajaja.
En fin, me ha parecido que tu texto está bien escrito. Y sólo te pediría que trabajaras un poco más en la conclusión, quizá únicamente con la expresión ¡Disimula! habría dado un mejor remate. Aunque bueno, de esos chicos hay que reconocer todo el atuendo <3
Gracias por compartir tu escrito, por hacer latir mi corazón a otro ritmo... por dejarme ser parte de ti por un momento.
Nos seguimos leyendo, ¡un fuerte abrazo!
Estos pequeños secretos son los que mantienen viva nuestra imaginación. Creo que has plasmado muy bien la esencia de nuestro pequeño y personal universo: los sueños. Enhorabuena.
ResponderEliminar¡Hola Cris! Pues sí, todas y todos tenemos secretos tontos, y bellos, muy hermosos de verdad. ¡Un abrazo!
ResponderEliminarMe encanta tu forma de expresarte. Es sencilla pero a la vez complicada de conseguir y tu lo haces como si tal cosa, la verdad es que me ha impresionado mucho tu relato, de los que más me han gustado. Enhorabuena por hacernos partícipes de tan insignificante y a la vez maravilloso secreto.
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarCreo que es primera vez que te leo, me gustó mucho tu relato y me sentí totalmente identificada con el último párrafo jejeje
Cariños
Catapzia